domingo, 12 de febrero de 2012

clasificacion de triangulos y angulos

CLASIFICACIÓN DE LOS TRIÁNGULOS

1.    SEGÚN SUS LADOS:

1.1 Isósceles
 Se le llama así al que tiene dos lados iguales; al tercero se le llama base. Los ángulos en la base del triangulo isósceles son iguales; recíprocamente, si dos ángulos de un triangulo son iguales,  los dos opuestos a dichos ángulos también serán iguales.
1.2 equilátero
 Es el que tiene sus tres lados iguales. Como un triangulo equilátero es isósceles para cualquiera de sus lados, resulta que los tres ángulos de un triangulo equilátero son iguales: recíprocamente, si los tres ángulos de un triangulo son iguales, el triangulo es equilátero.
1.3 escaleno
Cuando un triangulo tiene sus tres lados distintos entre si, se llama escaleno.

2.    SEGÚN SUS ÁNGULOS


2.1 acutángulos
Se le conoce así a los triángulos que tienen sus tres ángulos agudos.
2.2 rectángulo
Cuando uno de sus es recto, se le llama rectángulo.
2.3 obtusángulo
Se le llama así a los triángulos que tengan uno de sus lados es obtuso.






ÁNGULOS
1.0  ANGULO CÓNCAVO
SDGEAGHASRG.bmp 
Es el ángulo que se obtiene si consideramos la unión de los semiplanos anteriores.





2.0  ANGULO LLANO
Dibujo.bmp
Cuando los lados de dos semirrectas de una misma recta, el ángulo se llama llano. El ángulo coincide entonces con el semiplano cuyo borde es la recta determinada por sus lados.
Que son equivalentes a 180
       
recto.bmp  3.0 Ángulos rectos:

Son dos semirrectas de origen común O y supongámoslas prolongada hasta

α
 


µ
 

£
 

β
 
Formar dos rectas, a y b, que se cortan en O y que dividen al plano en cuatro regiones, α, β, µ y £, cada una de ellas correspondientes a un ángulo. Cuando esos cuatro ángulos son iguales, se dice que cada uno de ellos es un ángulo recto y que sus lados son perpendiculares. Por extensión, las rectas a y b se llama también perpendiculares.
Que son equivalentes a 90




oblicuo.bmp  4.0 ÁNGULOS OBLICUOS:

α
 


β
 
Las rectas que se cortan formando ángulos desiguales se les llama oblicuas. A esos ángulos que no son rectos se le llama oblicuos.
Se clasifican en:




4.1 Agudos: si son menores que un recto.
agudo.bmp 







4.2 Obtusos: si son mayores que un recto.





          

             
 5.0 ÁNGULOS CONSECUTIVOS.

CONSECUTIVOS.bmp
Son los pares de ángulos que tiene un lado en común y ningún otro punto más.


          







 6.0 ÁNGULOS ADYACENTES:


β
 


α
 
ADYACENTE.bmp
Son los que tienen un lado en común y los otros dos son segmentos opuestos; son un caso particular de ángulos consecutivos.

           7.0 ÁNGULOS COMPLEMENTARIOS:


α + β = 90⁰
 


β
 

α
 
COMPLEMENT.bmp
Son dos ángulos cuya suma es igual a un recto, o sea. 90.

         
  8.0 ÁNGULOS SUPLEMENTARIOS:


β
 


α + β = 18O⁰
 

α
 
Son dos ángulos cuya suma es igual a dos rectos o sea, 180.
Los ángulos adyacentes son suplementarios.

SUPLEMENTARIO.bmp        




        


    9.0 OPUESTOS POR EL VÉRTICE

µ
 


α
 

£
 

β
 



OPUESTOS.bmp



Dos ángulos son opuestos por el vértice cuando los lados de uno de ellos son semirrectas opuestas a los laos del otro.
            


 10.0 ÁNGULOS FORMADOS POR DOS RECTAS AL SER CORTADAS POR UNA TERCERA.


£ʹ
 


µʹ
 

βʹ
 

αʹ




ʹ´ʹ
 

µ
 

α
 

£
 

β
 
rhtjkgh.bmp
Son dos rectas m y n, cortadas por una tercera, llamada transversal o secante. Los cuales se dividen en dos grupos:
10.1Ángulos interiores i internos
Son los ángulos sitiados en la región comprendida entre las rectas m y n
10.2Ángulos exteriores o externos
Se lama así los ángulos que están situados fuera de la región comprendida entre las rectas m y n.
Si tenemos en cuenta su posición con respecto a la secante r, podemos distinguir:
10.3Ángulos alternos
Son los pares de ángulos situados en distinto semiplano con respecto a la secante, no son adyacentes y ambos son internos y externos
10.4Ángulos correspondientes
Son los pares de ángulos situados en un mismo semiplano con respecto a la secante, uno es interior y otro es exterior.
10.5Ángulos conjugados
Se llama así a los pares de ángulos situados en un mismo semiplano con respecto a la secante, emparejados de manera que ambos sean interiores o exteriores.





miércoles, 8 de febrero de 2012

Muchas veces hemos sentido que la vida no vale la pena vivirla. En un caso extremo, escuché en la radio a una mujer que decía: “No quiero tener hijos, porque solo se viene a este mundo a sufrir. Y quiero ahorrarles ese sufrimiento”.
Pero… ¿Realmente la vida es así? ¿O nosotros la hacemos así?
Lo que realmente te hace sufrir, no es la vida en sí… son tus expectativas respecto a cómo debería ser el mundo o cómo debería actuar tal persona.
Por ejemplo, cuando te enojas con tu pareja porque no llegó a tiempo o no te expresa su amor como a ti te gustaría que lo hiciera.
Entonces, lo que te daña no es tu pareja… son tus pensamientos y emociones con respecto a como debería actuar tu pareja, de acuerdo a la etiqueta del hombre o mujer perfecto que tienes.
Si sufres porque la vida es cruel… es porque tienes un concepto equivocado de lo que realmente es. Crees que en la vida todo debería ser felicidad.
Imagínate que piensas que un bosque debe ser con puras rosas, ríos limpios, venados corriendo, un sol reluciente y una suave lluvia.
Pero cuando vas a uno ¡Oh sorpresa! También hay insectos, serpientes… y la lluvia ¡es un diluvio!
Imagínate sufriendo porque lo encontraste así y diciéndote “No vale la pena estar en un bosque, es horrible: serpientes, bichos ¡que horror!” ¿No tiene sentido verdad?
En el fondo sabes que así es un bosque. No como tú pensabas que era. Lo que puedes hacer, es estar alerta contra las serpientes. También, cubrirte para que la lluvia no te moje.
Y disfrutar las rosas que veas y los venados.
Simplemente aceptas la naturaleza como es y no te lamentas. Te adaptas a ella.
En la vida, es igual. Cuando la vemos como un paquete completo, en el que hay amor, muerte, instantes imborrables y fracasos dolorosos, la aceptas como es.
A partir de esa aceptación, puedes adaptarte a ella. Pregúntate que capacidad dormida en ti, necesita salir a flote cuando te enfrentes a un nuevo desafío.
Por ejemplo, yo de niño no sabía bailar salsa. La necesidad de gustarle a las niñas me hizo aprender ¡Ahora he llegado hasta dar clases de baile!
Me daba miedo hablar en público. Era muy tímido. La necesidad y las circunstancias me obligaron ha hablar en público ¡Ahora soy conferencista! Imagínate cuantas capacidades dormidas en mí, se han despertado por la necesidad.
Siempre pregúntate ¿Qué capacidades dormidas en mi tienen que salir a flote con este desafío?
El dolor y las derrotas son una gran oportunidad para replantearnos como estamos viviendo la vida. Te confieso que acostumbro caminar cerca de los bosques, lejos de la gente, cuando las tormentas de la vida hacen que se me pongan las cosas difíciles.
Anclarme dentro del ruido cotidiano cerca de la naturaleza, dándome un breve espacio para reflexionar acerca de mis desafíos actuales y replantearme nuevas metas, ha sido invaluable para mi.
Si no, ya me habría vuelto loco.
Te recomiendo que hagas lo mismo. Busca un espacio diario de reflexión.
Todos somos producto de nuestras reacciones ante los retos. Somos hermosas quebradas hechas por las tormentas de la vida.
“Un guerrero acepta su suerte, sea cual sea, y la acepta con total humildad. Se acepta a sí mismo con humildad, tal como es; no como base para lamentarse, sino como un desafío vital”
Juan Castaneda
Tus circunstancias acéptalas como son, y pregúntate “¿Qué puedo hacer al respecto?” Te sorprenderá como a mí lo sencillo que es solucionar un problema, una vez que dejes de pensar en el y te enfoques en resolverlo.
Generalmente, las mejores oportunidades de nuestra vida, vienen disfrazadas de problemas.
No importa cuales sean estos. Siempre existe una solución.
Así que ¡ha disfrutar la vida se ha dicho!
Suerte